Se calzó los guantes. El del pie izquierdo le apretaba un poco.
No, así no vamos a ninguna parte. A ver:
Tomó la llamada que estaba entrando. Pero igual seguía teniendo sed.
No, así tampoco. Veamos:
Querían hacer el amor. Pero se dieron cuenta de que ya lo habían hecho otros.
Bueno, seguimos en la misma. Otra vez:
Me ganó la impaciencia. No volveré a apostar con ella.
Y dale.
Se moría de frío. Y resucitaba a los pocos segundos.
No hay caso. Hay días en los que no me puedo resistir al sentido literal de algunas expresiones.
3 comentarios:
Buenísimo! Creativo e inteligente como todo lo tuyo.
Hola Lui, me gusta leerte y por fin pude entrar.
Gracias, Mimí, hacé de cuenta que estás en tu casa.
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