lunes, 5 de mayo de 2008

Buenos modales

–Buenos días, ¿sería tan amable de comunicarme con la señora de la casa?
–En este momento no puede atenderlo, está enterrando a un muerto.
–Ah, caramba. ¿Y hay alguna otra persona de la familia?
–No, solamente la señora.
–Pero… ¿no me dijo que estaba en un entierro?
–No, señor, usted disculpe, le dije que estaba enterrando a alguien.
–¿Dónde, si es que puedo preguntar? A veces me tomo esos atrevimientos.
–No hay problema. Aquí, en el jardín de atrás. Lo acaba de matar. Pero no se preocupe, que en una hora termina y yo le paso su mensaje.
–Bueno, gracias. Ha sido usted muy amable. Adiós.
–Perdone, usted todavía no me ha dicho quién habla. O de parte de quién.
–No se preocupe, yo la vuelvo a llamar.
–Muy bien, entonces, que tenga un buen día.
–Lo mismo para usted.

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