martes, 13 de mayo de 2008
Bisagra
Camino como una fiera enjaulada. Pero no tiene nada que ver con el espacio; al contrario, es una jaula demasiado grande para mí. Las cachorras hace rato que se fueron, tienen sus propios cachorritos, y me gusta estar sola. Con gran trabajo, hace más de un año tomé una gran decisión: vender la casa, mudarme a algo mucho más chico, tener menos gastos. Ahora apareció un posible comprador. Y aquí estoy, excitada por las perspectivas y a la vez apenada, preocupada, pasando del optimismo a la angustia, pensando que tal vez me voy a equivocar, que me va a salir todo mal, que me voy a arrepentir, que ya nada –para bien o para mal– será lo que era.
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3 comentarios:
Que nada vuelva a ser como era no quiere decir que vaya a ser peor, todo lo contrario. Animo amiga.
Gracias, Adri. Por eso aclaré "para bien o para mal". Como dicen los chinos, me esperan tiempos interesantes. Vaya a saberse qué quieren decir con eso los chinos, mejor no averiguarlo.
teno miero de los chinos
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