viernes, 3 de octubre de 2008

Sólo cajas

Siempre iba quedando alguna caja sin abrir. Todas tenían etiquetas, pero las direcciones no eran siempre las mismas. Algunas decían Agustín Álvarez, otras decían Romina 5to. piso, otras PH. En muchos casos, la etiqueta había sido pegada encima de otra, de modo que si se sacaban de a una se podía seguir el itinerario de la caja, de un lugar a otro. Del piso diez al quince, del quince al tercero, del tercero a la planta baja. Además de las etiquetas, las cajas tenían inscripciones hechas con una fibra gruesa. Decían COCINA, o LIBROS, o ELEMENTOS DE ESCRITORIO. Pero todas ésas ya habían sido abiertas, y vaciadas, y plegadas en espera de que se las llevara algún cartonero. Las que quedaban, las que nadie se había decidido a desocupar, tenían otro tipo de inscripciones. En una que encontramos en el fondo de un ropero, decía CAMISAS PROBLEMÁTICAS. En otro armario, en el cajón más bajo, había una que decía LLAVES PERDIDAS. En el mismo armario, pero en un estante alto, se encontraba una con la inscripción FOTOS OLVIDADAS. El cuarto de planchado tenía varias de estas cajas sin abrir. Decían MATERIAL DESCARTABLE, MANZANAS DE LA DISCORDIA, ETAPAS SUPERADAS, DESPERDICIOS INTERESANTES, LUJOS INÚTILES. En el altillo había dos. En una decía SEMILLAS DE MALDAD. Pero la que más nos intrigaba, y sin embargo no nos atrevíamos a abrir todavía, era una que decía INSTRUMENTOS PARA INTERROGAR.

2 comentarios:

Hernan Paniagua dijo...

Oye, buenisimo tu blog... muchas felicidades.

Hernan.-

Luisa Axpe dijo...

Gracias, Hernán.