lunes, 6 de octubre de 2008
Tribalidad
El mechón de pelo le cae sobre un ojo. No sobre parte del ojo: sobre el ojo en su totalidad. Con ese ojo, no ve. De este modo dicen los emos (hasta donde yo sé, una tribu urbana de adolescentes o preadolescentes) que tratan de evitar la visión de la realidad, al menos de una mitad de la realidad. Algo así. Pero mirándolos caminar, viendo cómo se acomodan ese mechón subrepticiamente, con un gesto mecánico, como quien no le da importancia, se me ocurre que es otra cosa: un recurso ideal para esconderse y aislarse del mundo de los adultos. Donde creemos ver exhibicionismo, es todo lo contrario. Es el ocultamiento de la individualidad. No vemos a ese chico en particular, vemos a un emo. Al pertenecer a ese grupo, ha conseguido (eso cree) evitar momentáneamente el enfrentamiento con su propia y única identidad. El ingenio adolescente tiene una nueva cara en cada generación, aunque no pueda huir de sus designios.
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