jueves, 9 de octubre de 2008
Comportamiento de los cables
Lo que más les intrigaba era la inutilidad de ese cable. Emergía abruptamente (emergía es un decir, en algún extremo había que situar el origen) por una esquina del cuarto de planchado y salía de allí recorriendo varias paredes por sobre el zócalo, bordeando las puertas, subiendo y bajando por pasillos y habitaciones hasta terminar en la pared de la cocina, donde se metía en un agujero calado en la pared a unos centímetros de la ventana. Un día, la punta del inicio del recorrido se desprendió, como si alguien tironeara del otro lado. De manera casi imperceptible, el cable empezó a desplazarse con movimientos sinuosos. Sólo acercándose mucho, quedándose quietos y en silencio, se podían ver las pequeñas eses que dibujaba, como una lombriz hipnotizada. Todo era muy lento, se diría que maravillosamente lento, pero a la vez continuo. Si alguien lo tocaba de cierta manera con la punta de los dedos, temblaba ligeramente y se quedaba quieto apenas una fracción de segundo, pero luego recomenzaba. A pesar de ser apenas visible, el temblor producía un sentimiento a medio camino entre la compasión y la ternura. De cualquier modo, fuera de estas observaciones -que al fin y al cabo parecían encerrar un grado importante de subjetividad- se podía notar el avance, más que nada, porque el tramo de pared que antes había ocupado la parte inicial del cable se hacía cada vez más largo. Un día llegaron a la conclusión de que por las noches avanzaba más rápido, y varias veces tuvieron la impresión de que los movimientos sinuosos y lentos que hacía de día tenían algo de provocativo. Al quinto día estaban divididos en dos grupos: el de los que lo miraban con simpatía, y pensaban que todo en él era honesto y genuino, y el de los que recelaban constantemente, achacándole toda clase de intenciones malvadas. Al décimo día desapareció por completo. Nunca supieron dónde había ido, pero todos por igual estaban muy resentidos con él. Después de todo, convengamos, no son maneras de comportarse.
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