Quiero compartir un descubrimiento: a algunas personas, la baja presión atmosférica nos hace muy, pero muy mal. Muchas veces había oído por allí “debe haber baja presión, tengo un poco de decaimiento”. Pues bien: lo mío no es un poco de decaimiento, es que me siento verdaderamente enferma cada vez que hay baja presión. Enferma, como si tuviera un virus, sin fuerzas, sin ganas de nada más que estar acostada. Me estoy tomando la molestia de consultar el Servicio Meteorológico Nacional cada vez que esto me ocurre, y oh casualidad, la presión está baja en ese momento. Y no es que me sienta mejor por saberlo, pero al menos aleja unos cuantos fantasmas, incluidos los de la depresión, que no existen pero que los hay, los hay. Así que me lo tomo de la manera más deportiva posible, hago lo que puedo y espero que el clima tome un rumbo más propicio. Buenas tardes.
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