Este otoño ha resultado ser insobornable. Bastaron unos pocos elogios para que, de inmediato, se decidiera a ponerse de acuerdo con la naturaleza de nuestros prejuicios. Hace tres días que cae sin parar una lluvia gris y destemplada que ha demostrado ser muy eficaz para ablandar las capas de hojas acumuladas en el suelo, que, por otra parte, él mismo arrojó allí; pero no logrará deshacer mi firme creencia en sus virtudes. Dentro de poco, el tiempo mejora. Ya van a ver.
2 comentarios:
Apoyo tu ideología de las estaciones, me parece buenísimo el otoño. Sos una genia, la lluvia paró y todo mejoró. Vos ya lo sabías.
Silvia Crom
¡Ja, ja! Sí, ya lo sabía. Lástima que hoy se me amotinó otra vez el desgraciado.
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