martes, 29 de abril de 2008

Me pregunto

Cuando era chica, fastidiaba a mi familia preguntando todo. Pertenezco a una generación en la que no se consideraba demasiado importante prestar atención a las preguntas de los niños, así que, seguramente para llevar la contra, me hice preguntona. Ahora me doy cuenta de lo valioso que es no quedarse con la primera respuesta. Aun aquélla que nos parece redonda, incuestionable, tiene su costado abierto. Y por ahí se filtran las preguntas. Hay que interrogar. Interrogar los textos, interrogar los diálogos, los gritos y los susurros, interrogar los signos, los números, las ideas, las formas, la realidad, la interpretación de la realidad, la interpretación de la interpretación de la realidad. Interrogarnos a nosotros mismos, sujetos de ese experimento constante que es la vida. Preguntarnos si es cierto lo que se dice por ahí, o si podría ser de otra manera. O de otra. O de otra. Y sólo ponerle límites a esta manía interrogatoria para descansar por un rato en el peldaño de una verdad relativa. Y después, seguir y seguir, porque si pensamos que hay una sola verdad, estamos listos.

sábado, 26 de abril de 2008

Estado de alerta

Con este sol de otoño –débil pero a su manera cálido, alentador– y este cielo indudablemente azul, parece irreal la idea de una nube de humo agrisándonos la vida durante las veinticuatro horas del día. Y sin embargo, ESO está ahí, aunque no lo veamos. El humo, la guerra, el hambre –en fin, la locura–, esperan semiescondidos en las sombras para saltarnos encima y adueñarse de nosotros ante el menor descuido, en cualquier momento.

Fernández

–Venga, Fernández. Quiero decirle algo.
–Ya voy, Fernández, termino de hablar con Fernández y estoy con usted.
–…
–Sí, dígame, Fernández.
–Mire, Fernández, ayer estábamos viendo con Fernández la conveniencia de que sea Fernández quien se ocupe del equipo de Fernández.
–¿Le parece, Fernández? Yo tengo algunas dudas, aunque Fernández no es Fernández.
–Es que Fernández parece que no Fernández lo que le pide Fernández, entonces Fernández a Fernández para Fernández a todos los Fernández, vio.
–Fernández, entonces Fernández va a Fernández y Fernández conseguimos Fernández.
–Así lo espero, Fernández.
–Yo también lo Fernández, Fernández.
–Fernández Fernández, Fernández.
–Fernández Fernández.

viernes, 25 de abril de 2008

Procedimiento

Se toma una hoja de papel y se escribe un listado de todos los males recientes, de todas las equivocaciones, de todos los excesos que pueden haber provocado una crisis, un estancamiento o simplemente malestares de diverso signo. Luego se la dobla de manera conveniente como para hacer un barquito de papel. Se busca un espejo de agua y se espera con paciencia que sople el viento en dirección contraria a aquélla en la que estamos. Se coloca el barquito en el agua, y se espera hasta no verlo más. Este mismo artilugio se puede hacer también con otros materiales, como por ejemplo un ministro de economía.

Pollock

Mire, don chino, ya sé que usted no fía, pero yo me acuerdo que mi papá me contaba de la libreta del almacén cuando él era chico, la mamá lo mandaba a comprar arroz, porotos, lo que sea, y se lo anotaban. Nosotros nos conocemos, usted sabe que yo no le voy a fallar, así que se me ocurrió una cosa. Sí, ya sé que le cuesta entender castellano, pero usted tiene cara de gauchito, su mujer también, claro, ja ja, es la china, y me va a entender igual, además tengo algo para mostrarle, mire, lo hizo mi Joaquín, tiene cuatro añitos nada más, pero ya se ve que va a ser un genio de la pintura, mire qué trazos, mire la utilización del color, la luz, en fin, quién le dice que esta obra con el correr de los años no valga una fortuna, y yo se la doy a usted, viene a ser como uno de esos cuadros de ese tipo, Pollock creo que se llamaba, que chorreaba la pintura como si fuera de cualquier manera, pero no, no era de cualquier manera, era un artista magistral, sus cuadros se cotizan, hágame el favor, quiere, y le prometo que la semana que viene le pago.

jueves, 24 de abril de 2008

Dificultad

Cada vez se me hace más difícil pensar cuando está oscuro.

martes, 22 de abril de 2008

Se acepta

–Permisooo… Vine para saber si es cierto lo que dice en el cartel. Porque si hay algo que necesito, es ser aceptado.
–Es justo lo que hacemos aquí.
–Pero… ¿Están seguros? Mire que yo soy una persona bastante difícil, eh.
–Nosotros lo aceptamos.
–No se ofenda, pero no puedo menos que dudar. Es que hasta ahora he recibido más rechazos que aceptaciones. A la gente no suele gustarle mi manera de mirar torcido. Ni mis tics. O esos ruidos que me salen a veces de la garganta. No puedo evitarlo, pero a los demás no les importa, actúan como si yo lo hiciera a propósito. Y me hacen a un lado.
–Aquí lo aceptamos.
–¿Tal y como soy?
–Tal como es, ni más ni menos.
–¿Aceptan lo que sea? Mire, yo tengo un amigo que tiene una prima que es vecina de alguien que está de acuerdo con la pena de muerte, la tortura y la mutilación de las mujeres africanas.
–Ah, no, eso no podemos aceptarlo.
–¡Ajá! Entonces no es tan así. Ustedes discriminan.
–Y, no somos perfectos. Somos seres humanos, vio.