viernes, 29 de febrero de 2008

No tocar

Quiso conectar un enchufe a un tomacorriente averiado y recibió un choque eléctrico. Fue muy desagradable, algo que realmente no se esperaba. Muy injusto, dado lo cuidadosa que era siempre con esas cosas. Le dolió la mano como si se la hubiera mordido una fiera salvaje. Le preocupó no saber cómo había que actuar en esos casos; sacó un cubito de hielo del freezer y se lo frotó sin demasiada convicción, mientras se buscaba palpitaciones o algún tipo de confusión mental. Con el hielo envuelto en un trapo, fue a la computadora y escribió las palabras clave: choque eléctrico primeros auxilios. Y en casi todas las respuestas encontró la misma antipática, insidiosa e inhumana recomendación: había que alejar a la persona afectada de la fuente de electricidad, usando un palo.

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