Nacer el último día de febrero de un año bisiesto tiene sus inconvenientes. Sólo se puede celebrar el aniversario exacto cada cuatro años, por ejemplo. Este blog empezó el 29 de febrero del año bisiesto 2008, y mañana debería cumplir un año; pero mañana es primero de marzo. Así que lo tengo un poco desconcertado, arqueando el lomo para ver si recibe alguna caricia y dando vueltas por ahí, tratando de festejar un cumpleaños definitivamente imposible. A quién se le ocurre parir en año bisiesto.
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